miércoles, 28 de septiembre de 2011

Nuevas propuestas del Parlamento Europeo en favor de la Seguridad Vial


Si bebe, NO conduzca.
 La Eurocámara aprobó el 27 de septiembre de 2011 un informe sobre seguridad vial en el que exige limitar a 30km/h la velocidad máxima en zonas residenciales.

El texto también propone introducir un límite cero de alcohol en sangre para conductores profesionales y noveles. Además, los diputados reclaman medidas para mejorar la formación automovilística, como la conducción acompañada a partir de los 17 años, y piden promover el uso de sistemas antiarranque para todos los autobuses y camiones, y en el caso de conductores con antecedentes de alcoholemia.

Datos de referencia y argumentación, sobre los costes de los accidentes:

Se calcula que los costes sociales provocados por los accidentes de tráfico se elevan a 130 mil millones de euros al año. Anualmente el número de víctimas mortales por accidentes de tráfico por carretera se corresponde aproximadamente a la caída de 250 aviones de pasajeros con sus pasajes completos. La probabilidad de morir en la carretera es nueve veces mayor para un peatón, siete veces para un ciclista y dieciocho veces para un motociclista.
Evitar todas las víctimas mortales del tráfico por carretera (‘visión cero’) es el objetivo a largo plazo bajo el cual ha trabajado el ponente del Parlamento Europeo, el eurodiputado alemán Dieter-Lebrecht Koch (PPE), en la redacción de una resolución que busca reducir entre 2010 y 2020 a la mitad las muertes en carretera, en un 40% las lesiones graves y en un 60% la mortalidad infantil.
Los eurodiputados piden a la Comisión Europea que designe un coordinador europeo de seguridad vial para ayudar a los Estados miembros a poner en marcha el plan de acción.

Las principales medidas propuestas por el informe que se ha aprobado:

Limitar la velocidad máxima en zonas residenciales a 30km/h: El Parlamento Europeo recomienda que se introduzcan un límite de velocidad de 30 km/h en las zonas residenciales y en todas las calles de un solo carril en las zonas urbanas que no dispongan de un carril de bicicletas independiente, con el fin de proteger mejor a los usuarios más vulnerables.

Alcohol: El Parlamento Europeo propone que el límite de alcohol en la sangre sea cero para los conductores profesionales y para aquellas personas que hace menos de dos años que disponen de carné de conducir. Es por ello que los eurodiputados recomiendan la instalación de sistemas antiarranque de vehículos en caso de alcoholemia, los conocidos como ‘alcolocks’ (de la terminología inglesa alcohol interlock), en todos los vehículos industriales de transporte de pasajeros y de mercancías, y también como una medida de rehabilitación para los conductores que hayan sido condenados más de una vez por conducir en estado de ebriedad;

Eliminación de los guardarraíles:  los guardarraíles que se usan actualmente en las carreteras representan un peligro mortal para los motociclistas, y reclaman la instalación de sistemas de protección para motoristas en la parte superior e inferior de las biondas, así como otros tipos de sistemas viales de contención alternativos;

Inspecciones técnicas:  la creación de un espacio único europeo para las inspecciones técnicas periódicas de todos los vehículos de motor y de sus sistemas electrónicos de seguridad, y que dichas inspecciones se basen en normas armonizadas con el máximo rigor posible;


Formación de nuevos conductores: mejorar la formación de los conductores noveles, como la conducción acompañada a partir de los 17 años, o la introducción de un sistema de obtención gradual del permiso de conducir que contemple elementos de formación práctica incluso una vez obtenido el permiso;

Revisión ocular: que todos los conductores de las categorías A y B se sometan a un examen ocular obligatorio cada diez años, y cada cinco años en el caso de los conductores mayores de 65 años. El Parlamento Europeo también pide a los Estados miembros que introduzcan un control médico obligatorio para los conductores de una determinada edad que permita verificar su aptitud física, mental y psicológica para seguir conduciendo;

Visibilidad: que sea obligatorio el uso de chalecos de seguridad por todos los ocupantes del vehículo, así como que los ciclistas usen cascos y chalecos para mejorar su visibilidad, especialmente durante la noche fuera de las zonas urbanas.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Semana Europea de la Movilidad 2011

Este año estamos celebrando la décima edición de la Semana Europea de la Movilidad. Comenzó el viernes pasado y concluirá el 22 jueves con el día sin coches. El loable objetivo general es tratar de concienciar a los ciudadanos europeos sobre la importancia de patear más la ciudad, utilizar los medios de transporte público, sostenible y eficiente para contribuir a tener una movilidad más fluida, segura y de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Así queda reflejado en el lema: 'Desplázate de forma eficiente: mejora tu movilidad'. Desde el punto de vista ecológico, también pretende el loable y nunca cumplido deseo de disminuir en un 20% el consumo de energía contaminante y las emisiones de gases de efecto invernadero. Si no sabe lo que este porcentaje le va a afectar a usted, no se preocupe pues tendrá un margen para pensárselo, a partir de ahora y hasta el año 2020.

Todo estos deseos utópicos quedan muy bien, ya que eliminan las responsabilidades y acallan las conciencias de las instituciones europeas, autonómicas, locales y, consecuentemente, la de la mayor parte de los ciudadanos a los que le importará un pimiento esto de la movilidad segura, sostenible y ecológica. Porque muchos seguirán con la costumbre sana de usar el coche hasta para ir a `mear´, infringiendo las normas, de espaldas a la convivencia cívica y pensando solamente en mirarse su propio ombligo.

Pero, pese a todo este pasotismo institucional y ciudadano, en cada semana de movilidad se seguirán repitiendo los mismos objetivos y deseos. A lo largo de toda esta semana, tanto ayuntamientos como organizaciones, instituciones y empresas llevarán a cabo una serie de actividades. Lamentablemente, y este puede ser el indicador de la ineficacia, estas actividades responden a los objetivos marcados desde arriba, pero sin tener nada que ver con el Plan de movilidad que debería existir en cada uno de los municipios y empresas. Porque de existir este plan, la semana de la movilidad sería innecesaria, pues el plan responde a un continuo hacer, sustentado en el análisis y valoración de los objetivos que se plantearon, para ver si se cumplieron o no, para establecer las causas y las alternativas que ayuden a poder mejorarlo. En este sentido, la mayor parte de las ciudades en esta semana pretenden subsanar lo que no se ha hecho durante todo el año.

Por este motivo la movilidad es noticia a través de: difusión en los medios de comunicación, actividades de sensibilización para niños, rutas urbanas a pie o en bicicleta, jornadas sobre el estudio de las posibilidades del transporte de bicicletas en trenes y autobuses, el coche compartido… y tantas otras que logran un buen efecto e impacto pero que pasarán al recuerdo hasta que el próximo año se organice la semana siguiente.

Huyamos de milongas y falsedades. La responsabilidad y el compromiso ha de ser de toda la ciudadanía orquestada por sus representantes. La partitura no es otra que la del Plan de movilidad segura, eficiente y ecológica en el que se marquen bien los objetivos que puedan ser ejecutables y evaluables. Lo demás son paparruchas, de cara a la galería pero de espaldas a la movilidad deseada. Pero no estaría nada mal que cada uno de nosotros se comprometiese, de alguna manera, a colaborar en la consecución de estos objetivos. Porque del dicho al hecho suele haber un buen trecho.